La historia de Pesca

• ¿Y si conseguís un proveedor de pescado confiable al que le puedas mandar un mensaje de WhatsApp para que te lleve a tu casa productos frescos y salvajes?

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Hola, soy Michi, fundador de pesca, y te voy a contar como me convertí en el amigo pescadero de muchos ¿y quién te dice? Quizás pueda ser el tuyo también.

Vengo de una familia de emprendedores exitosos, todos ellos dentro del rubro del pescado. Compraron barcos,  vendieron pescado al mundo, construyeron frigoríficos, lideraron el mercado interno.  Pero a mis 19 años, rompí con una tradición, le dije a mi papa: no quiero trabajar en la pescadería.
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• Un camino diferente al resto

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Mientras mi familia trabajaba en la pescadería, yo me habría camino en el rubro del entretenimiento y la comunicación. Trabaje en productoras chicas, grandes, y en todos los canales de televisión.  Hice proyectos espectaculares, aprendí a trabajar en equipos gigantes, y conocí gente maravillosa. Era un mundo diferente al de la pescadería.
Tenía un buen sueldo, pero al tiempo empecé a sentirme agobiado por la rutina. Escuchaba a mi jefe hablar todos los días a la misma hora de los mismos problemas, y yo me preguntaba: ¿por qué no se resuelven estos problemas y hablamos de otra cosa? Me estaré volviendo loco? Un humorista se puso a llorar porque se peleó con el conductor del programa y tuve que consolarlo mintiéndole. Le dije: vos sos muy talentoso.
El negocio del entretenimiento parece glamoroso, pero no lo es.
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• Dinámica de locura 

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A medida fue pasando el tiempo me di cuenta que quería tener mi propio negocio, como lo había hecho mi abuelo, mi papa y mis tíos, pero me daba miedo tomar la decisión.
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De a poco empecé a sentir que ese espacio no era mi lugar, pero me esforzaba por conseguir cosas importantes dentro del canal de televisión. Cuando surgió la posibilidad de liderar un equipo, y conseguir objetivos importantes, mi jefe se interpuso en el camino, y evitó mi progreso en  la empresa. En ese momento supe que no tenía más nada que hacer ahí, y renuncie.
 

•  ¿y ahora? ¿de que vivo?

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Durante una charla con mi hermano, sobre el caótico funcionamiento de la empresa familiar, me doy cuenta que tenía el mejor proyecto que podía imaginar delante de mío: la pescadería. Un reality! Produje un reality  original y divertido.
 
 
 
 
 
 
Salió por varias plataformas, y a partir de la serie todos mis compañeros y amigos me conocian por ser “el del pescado”. Cada vez que me veían me preguntaban: "¿cuando traes pescado?" "¿el filet de merluza tiene espinas?" "¿Que pescado puedo hacer a la parrilla?"  A los dos meses  llegó la pandemia.
No habia trabajo en el canal, y la situación empezaba a complicarse hasta que me acorde de esos amigos que me decían: “¡trae pescado!" 
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• "Amigos son los amigos", y también los clientes

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 Y empecé a venderles a mis amigos y compañeros de trabajo, esos pescados frescos y salvajes que la compañía de mi papá compra a mar del plata.  Tomé lo mejor de los 50 años de experiencia de mi papá, le agregué mi visión y cree mi marca.  Mis amigos y amigas recomendaban Pesca, y día a día sumaba más clientes que trataba como amigo de mis amigos, o sea como amigos. Y ese es el ADN de pesca. Atender a los clientes como amigos porque de esa forma hace que no le puedas fallar. Que te preocupes por cómo va a recibir su pedido, por atenderlo bien, contestar sus mensajes y hacerle recomendaciones, entre otras cosas. 
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• Aprendí algo importante

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Seguir mi propio camino, en vez de seguir la tradición familiar, hizo que pueda adquirir otros conocimientos y aportarle algo diferente al rubro. Lo que aprendí trabajando en otro rubro, hoy aplico en Pesca.
Descubrí que había un montón de gente que necesita alguien de confianza que le venda pescado.  Y en definitiva, Pesca es eso: el amigo que cuando tenes un asado se encarga de llevar el mejor pescado fresco que hay.   
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Si todavía no tenes una pescadería de confianza, escribinos, no te vamos a fallar.
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